VIII
¿Por qué he de entristecer?
¿Acaso será triste el canto
de los desconocidos?
Lavapiés es una paloma.
Las flores del paraíso se venden
en la trastienda. Tu casa es dolor
de dioses por los suelos.
Lavas los platos que sirves en un mejicano
cerca del cine sonoro de la soledad.
IX
¿Por qué he de entristecer?
¿Acaso será triste el canto
de los desconocidos?
Yo te traje a esta ciudad cuando eras
una flor de algodón y mariguana.
Tu infancia son recuerdos de un atrio desolado.
Tus padres muertos. Tu pueblo arrasado
por no sé qué encubiertos asesinos a sueldo.
XIII
Pero Frida Kahlo supuso
que el dolor no fracasa,
tan sólo se comparte.
La imaginas en estos días
de metropolitano hasta los topes,
sujetándose al fondo del vagón,
con una capucha negra, tejida
por las otras mujeres de la selva.
XIV
Frida Kahlo se apea en Fuencarral:
su anatomía de tachuelas,
su cuerpo de cierva y corsé de acero.
Sobre una piel de metal la intuición
sirve su copa de frambuesas
y cantáridas al conocimiento.
Las hijas del dolor han amputado
las patas de la mariposa.
Ella vuela su suicidio en la jaula
donde mantienen su vigor los monos
y Trotsky agoniza de un pico
en la vena dorsal.
XV
Dicen que sirvió una ajorca
para mitigar el dolor
y sus relámpagos.
Tu aldea quedó arrasada por fuerzas
dicen que paramilitares.
Nunca entendiste demasiado
de política, mas sí de familias
con un tiro de gracia.
XVI
Y sirves guacamole y nopalitos
hasta las tantas cada día.
Pero tú de niña ya habías visto
por vez primera al diablo
en los ojos de María Sabina:
Dios me conoce porque
su sexo almacena sabor de hongo.
XVII
Sólo nos queda comulgar
con un pan de símbolos y molinos,
con un maíz de dólares
y aquella selva alucinógena
y aquella niña que tú eras
de mofletes sucios de una bellísima mugre.
María Sabina era el jaguar
de las alas azules.

LA TRIBU BRAMA LIBRE
- La Niña Chole
Selección de siete poemas del capítulo IV
- Rumor de agua quieta
Selección de siete poemas del capítulo VI
- Presentación del libro
por Juan González Soto
- La Continuidad del Soho.
Prólogo del libro, por Iván Díaz Sancho

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