El Soho
... vi los reflejos de las luces de Navidad sobre el cristal de aquel taxi,
como destellos de otro mundo del que casi, no percibimos nada.
Nunca hubiera imaginado esa decoración en El Cairo, envuelta por las
oraciones que sonaban desde un minarete cercano. Medianoche y parecíamos
atrapados en un laberinto de callejas oscuras, destartaladas, sucias. Hacía
más de media hora que perseguía a ese taxi sin destino. Recordé por un
momento el inicio de todo, el encuentro casual, inesperado, en un local del
Soho neoyorquino ...
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Entre las Calles 44 y 45
... Charcos. Hay veces que conoces a alguien que no verás nunca jamás o
retienes la expresión de una persona que aparece luego durante un tiempo en
tus sueños o simplemente, sientes que aquella chica pasó demasiado cerca de
ti, casi te rozó y te miró, y su mirada quizás era triste, o ausente o
excesivamente alegre, irreal, pero muy bella.
Y luego, mientras te tomas un café en el bar de Dolly, te inventas una
historia a su lado y conviertes su mirada en enigmática, en algo
indestructible, que te acompañará un tiempo, en el camino hacia el trabajo,
en el metro, en una película de intriga o en un poema y es indestructible
pues sólo permanecerá en tu imaginación.
Exactamente fue lo que me pasó, en un extraño día de Otoño en que llovía
suave, entre las calles 44 y 45, cerca de la librería "Sinué el Egipcio". La
única diferencia es que, después de meses, volvía a encontrarme con su
mirada ...
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En el Underground
... tendría unos 30 años y sonreía como si hubiera nacido sólo para sonreir,
¿sus ojos ...?, podrían perfectamente ser verdes como el sol en el reverso
de una hoja, o negros de raza negra o marrones de tierra húmeda, pero no.
Pues eran, de un azulcielosuave ... El metro tardó unos segundos en
desaparecer.
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Central Park
... "¿conoce Egipto? ¿sabe algo de las Dinastías faraónicas ...?"
No contesté pues seguía hablando y tampoco tenía mucho que aportar, sólo que
había visto hace un tiempo a Liz Taylor haciendo de Cleopatra en una
película.
"... en 1927, un científico, Johannes Braun, descubría la existencia de una
estirpe descendiente de Ramses II, rey de Egipto de la XIX Dinastía, tras
trazar un arbol genealógico casi indescifrable. Sostenía que en la
actualidad, en algún lugar, muy probablemente en El Cairo, vivían un número
indeterminado de sus descendientes, conviviendo con la actual cultura
musulmana".
"Nunca hubiera imaginado que este hecho iba a tener relación alguna con la
desaparición de uno de mis gatos, concretamente una gata de angora que había
encontrado abandonada en Central Park ...".
© Emilio Arnaiz

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