DALÍ CORONA
Ideas para vender de forma inmediata un corazón,
aunque nadie este dispuesto a llevárselo en barata.
Estimado lector, me han propuesto hacer una presentación de mi persona, pero me temo que soy bastante aburrido así que haré lo que para mí es una explicación no formal del oficio de escribir.
Sólo encuentro dos razones plenamente justificables para escribir poesía u otro género literario, la primera, para demostrar la personal calidad literaria ( presumir con los amigos lo capaz que se puede ser en la deformación del lenguaje, escribir mamadas) o cuando esto, el escribir, es más que otra cosa, una necesidad, es ésta, la segunda causa, a la que ahora me adhiero.
De las herramientas que uno puede o no utilizar ya se ha hablado y se a escrito hasta el hartazgo: los colores, las formas, las tristezas que abundan en el alma, así que no abundaré más en el tema.
El oficio, según yo, es como su nombre lo indica, ciertamente cotidiano, se trata de sentarse día con día a intentar decir algo por muy burdo que parezca sin importar que a alguien le agrade o no; es, si se puede cuantificar, un 70% emocional y un 30 % técnico. Lo técnico está más bien basado en la comprensión y análisis de una obra literaria, una metáfora, una imagen, o bien toda clase de figuras retóricas ya sea para narrativa u otro género literario.
Lo emocional, es sino más sencillo, más inmediato; se trata de devanarse el corazón y los sesos sin tanto artilugio, de colocarse así nomás sin rodeos, como dijera Lizalde, pajuelas de cristal entre los dedos, y es justamente porque se hace de forma diaria, al viajar en el pesero, salir de casa o simplemente al sentarnos en la baqueta a ver pasar el día intentando descifrarlo. Cuando estallas y tu emoción rompe en una sóla lágrima que condensa toda la furia, todo el dolor, toda la nostalgia, ya estas intentando dar nombre a eso que sientes y no alcanzas a comprender; una realidad, en muchos casos bipolar que iza las palabras hasta el punto de formar con ellas pájaros.
La conciencia del escritor es entonces, un vínculo rebelde entre las letras y su tiempo, si alguien ya ha escrito una línea dolorosa, basta solamente que él la haga suya par que adquiera otro sentido, para que forme parte de su cuerpo y pueda volar desde otra altura.
El primer tirano al que debe vencer un escritor, según Tulio y con lo cual estoy de acuerdo, es su propia mojigatería, la primera prostituta, o " dama de sociedad" que debe de seducir es su propia lengua, para poder sacarse así, sin culpas y sin penas, todo el dolor o todo el cariño, pongamos, de una boca, unos brazos, una mañana que se escurre en la ventana.
Si bien en muchos casos es duro, creo también que la dificultad es, o "debiera" ser directamente proporcional a la pasión, por lo tanto, no me disculpo por no ser brillante, vivo en función de tres cosas, mi hijo, la lealtad, la honestidad, y si en el camino llegara a perder alguna de estas tres cosas sólo me quedaría depender de la amable bondad de los extraños, o morir de frío y de tristeza, sólo me quedaría escribir sobre costas y mares, artilugios vanos de una soledad que sangra desde dentro.
Dalí Corona
México DF, invierno del 2005.
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