LITERATUYA |
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También escribió otros libros inclasificables que prometemos incluir en el apartado Otras Literaturas: La vuelta al día en ochenta mundos, por ejemplo. O Último round. Los cronopios, decíamos. Julio Cortázar los definía como unos seres anarquistoides, iconoclastas e imaginativos. Y nosotros le tomamos la palabra. Los cronopios cada vez que encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina. Y cuando un cronopio necesita hacerse una fotografía acude a un Fotomatón y se hace retratar en la forma siguiente: las cuatro primeras fotos muy serio, y la última sacando la lengua. Esta última el cronopio se la guarda para él y está contentísimo con esa foto. Y nosotros también, oiga usted. Aunque nosotros, los de Literatuya, mire usted, nos conformamos con tenerle como amigo, sea cronopio o fama (los/las famas son unos tipos más conservadores, un tanto conformistas, bien adaptados a todo). Cuando usted sea bienvenido como cronopio, le agradeceremos que nos redacte y envie su presentación personal (máximo diez líneas, por un decir) y una foto de carnet, aunque, claro está, mejor de Fotomatón. Ya sabe... |
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