CRONOPIA, manual de instrucciones MANUAL PARA ACONSEJAR PELICULAS
de Bardinovi
Situación 1. Suena el teléfono del despacho. "Hola ¿qué tal? Hacía tiempo que no... El otro día iba de compras por el centro y me topé de narices con... Cada día le soporto menos, no sé que coño se habrá creído... Por cierto, hoy pensaba ir al cine, hace la tira que no voy, ¿qué peli me aconsejas?"
Situación 2. Al otro lado de la cama. "Podríamos ir al cine.... Elige tú porque como yo no he visto nada de lo que ponen... Tengo los pies helados... Bueeeno, pues dime tres para que pueda elegir...Ya has llamado para lo del domingo, porque yo no pienso llamar... ¡Vaya tres propuestas! Ya sabes que a mí no me gusta ni... Podríamos ir a ver ésta que echan en el cine de abajo, sí hombre, ésta que hace..."
Situación 3. En la barra del bar de siempre. "Joder, una vez que nos vemos al mes para ir juntos al cine... Yo ésta ya la he visto y paso de repetir... Lo que pasa es que a ti la mujer no te deja ir a ver nada que no sean películas de tías... Ni hablar de comecocos ni de dramas, bastantes tengo yo solito, quiero distracción: o acción, o sexo, o comedia... ¿Ya no la ponen?, pero si sólo llevaba dos semanas en cartelera... Tú que estás más al día ¿qué propones?"·
Situación 4. Tomando café en el trabajo. "Claro, como tú de obligaciones nada y tienes todo el tiempo del mundo... Yo es que para ir a ver las mierdas que echan, paso, pero la parienta está dale que dale con la vara... Has visto cómo marca la nueva de la planta noble, que no saben nada los cabrones de los jefes... Oye, venga, dime algo para ver que le pueda gustar a mi mujer, porque lo que es a mí, con las mierdas que echan..."
Éstas son algunas de las situaciones tipo con las que puede encontrarse un individuo cualquiera que sea reconocido pública y notoriamente como alguien que deja sus buenos euros en las taquillas de los cines como mínimo una vez por semana.
Cierto que el mínimo es muy mínimo, pero para gran parte de la población mundial esto ya es suficiente para considerarte un enteradillo cinéfilo y, en consecuencia, un prescriptor más o menos fiable.
Al principio uno aconseja de corazón aquello que más le ha gustado o que cree mejor, pero rápidamente advierte que la cosa no es tan fácil y que hay que ir con bastante tiento para arriesgarse a aconsejar tal o cual film.
Y así, con los años, acabas montándote un método casero para afrontar el quite del consejo, o más exactamente, para evitar posibles exabruptos y sarcasmos por parte del personal aconsejado si no les ha gustado el film en cuestión, cosa que sucede con cierta frecuencia; por cierto, aunque juren y perjuren que nunca más se fiarán de ti porque tus gustos cinematográficos son un asco, no tardarán en volver maliciosamente a las andadas.
Así pues, y fruto de la experiencia que es la madre de la ciencia, ahí va un breve manual en forma de decálogo de supervivencia sobre cómo actuar ante la temida pregunta: "¿Qué peli me aconsejas?".
- Pregunta cuáles son las últimas películas que ha visto el o la demandante y si le gustaron. En caso de respuesta negativa, pregúntale cuál es la última película que le gustó. En caso de respuesta negativa, dile que se gaste el dinero en otra cosa.
- El estado de ánimo o humor determina en gran medida lo que el cuerpo pide y la mente necesita, por lo tanto mira que las películas se correspondan con determinados estados vitales: si necesita distraerse, si se siente trascendente, si tiene las hormonas alteradas, si la depresión le acecha, etc.
- Domina tus emociones y mantén siempre un tono distanciado en tus consideraciones: "no está mal...", "dado lo que hay, ésta aún se salva..." o "puede verse...". No hagas nunca afirmaciones categóricas ni entusiastas del tipo: "es una pequeña joya..." , "es de lo mejor de la cartelera..." o "es lo más bueno que he visto en mucho tiempo". Levantar muchas expectativas vaticina futuros desencantos.
- El límite de caducidad de tus propuestas debe situarse entre los dos o tres días como máximo. Nunca hagas propuestas más allá de este plazo de tiempo por dos motivos: lo dicho anteriormente sobre el estado de ánimo y la velocidad relampagueante con que entran y salen la mayoría de filmes de la cartelera.
- Presenta siempre un mínimo de tres películas. Si la elegida falla, siempre te queda el recurso de amparo en las otras dos.
- Si es un hombre quien te pide consejo para ir al cine con su mujer, apuesta por lo seguro: amor, sensibilidad, compromiso, relaciones, emotividad... son ingredientes que nunca fallan ante un público femenino. ¿Y él? Pues a tragar y fastidiarse, en definitiva una película son en términos generales dos horas, una minucia si se compara con todo lo que tiene que aguantar el resto del tiempo.
- Segmenta por tipologías de público objetivo y te será más fácil focalizar el producto: público Verdi, público palomitas, público grandes producciones, público lágrima fácil, público gore, público intelectual, etc.
- Evita aconsejar sesiones golfas de medianoche, al final quien más quien menos acaba durmiéndose y para excusarse le echa las culpas a la película: "vaya rollo...", "demasiado lenta para mi gusto...", "no lograba mantener el interés...".
- Ojo con las VOSE, vivimos en un país donde prima la comodidad y se lee poco, y ya se sabe que la costumbre hace al analfabeto, especialmente a velocidad de pantalla.
- Dato a tener en cuenta, hay gente que le importa más el cine en que verá la película que ésta en sí misma. Es fácil detectar estos especimenes ya que cuando les aconsejas un film inmediatamente te preguntan en que cines se proyecta. Conocer sus salas preferidas te ahorrará esfuerzos y tiempo.
Estos diez consejos se resumen en uno solo: tú vas al cine y ellos no, por lo tanto, si no les gusta, que se jodan.
© Bardinovi 
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