El crepúsculo se desliza como una gasa sobre los hombros,
acércate, hace tiempo que rondabas por aquí
pero dudabas mostrarte.
Ahora, permite que la luz violeta acaricie tu desnudez.
Y déjate llevar, pues para eso has llegado hasta aquí...
Huele el dulce aroma de la piel y observa.
No cierres los ojos puesto que a través de ellos
podrás deleitarte...